Palacio de la Memoria 1


Fue una semana difícil... semana de spleen, de recoger las flores de las avenidas de mi muerte, como decía el buen Bukowski.
Entonces, me días como estos, cierro los ojos y recuerdo, recorro el Palacio de la Memoria... y nada puede tocarme, mientras las gotas del agua de la Fontaine caen sobre mi rostro.
Vuelvo a París, al Sena y a mis buenos amigos, Monsieur y Madame Bohl...