
Caminando hacia la librería de Red me sentí un poco deprimido. El hombre ha nacido para morir. ¿Qué quiere decir eso?Perder el tiempo y esperar. Esperar el tranvía. Esperar un par de buenas tetas alguna noche de agosto en un cuarto de hotel de Las Vegas. Esperar que canten los ratones. Esperar que a las serpientes les crezcan alas. Perder el tiempo.
(Charles Bukoski: Pulp)
Anoche, al llegar a casa repasé los estantes... libros trajinados una y otra vez, en innumerables mudanzas, mirándome ociosos y con un mínimo guiño que suplicaba que se les diese algún orden.
Clavé la mirada en Pulp, de Bukowski:
Ernesto Reaño
Noviembre de 1998
La vieja historia de Nick Belane, a quien la Señora Muerte contrata para ubicar a Louis-Ferdinand Céline quien, al parecer, no habría muerto en 1961 y que busca en la librería de Red ediciones antiguas; dándose tiempo para lanzar algunas críticas literarias:
Después me di cuenta de que había alguien más en la librería. Estaba de pie cerca del fondo. Pensé que le conocía de foto. Céline. ¿Céline?
Me acerqué a él despacio. Me puse realmente cerca. Tan cerca que podía ver lo que estaba leyendo. Thomas Mann. La montaña mágica.
Me vio.
-Este tipo tiene un problema- me dijo señalando el libro.
-¿Cuál?- le pregunté.
-Considera que el aburrimiento es un arte.
En medio de esta búsqueda, otro caso caerá en sus manos: ubicar al Gorrión Rojo... y vaya si lo encuentra...
Leí el libro de un tirón y dormí con esa extraña sensación de quien se ha topado con una mirada amable a través de una vitrina.
-Un detective sin pistola es igual que un gato con condón o que un reloj sin manecillas.
(Charles Bukoski: Pulp)
Anoche, al llegar a casa repasé los estantes... libros trajinados una y otra vez, en innumerables mudanzas, mirándome ociosos y con un mínimo guiño que suplicaba que se les diese algún orden.
Clavé la mirada en Pulp, de Bukowski:
Ernesto Reaño
Noviembre de 1998
La vieja historia de Nick Belane, a quien la Señora Muerte contrata para ubicar a Louis-Ferdinand Céline quien, al parecer, no habría muerto en 1961 y que busca en la librería de Red ediciones antiguas; dándose tiempo para lanzar algunas críticas literarias:
Después me di cuenta de que había alguien más en la librería. Estaba de pie cerca del fondo. Pensé que le conocía de foto. Céline. ¿Céline?
Me acerqué a él despacio. Me puse realmente cerca. Tan cerca que podía ver lo que estaba leyendo. Thomas Mann. La montaña mágica.
Me vio.
-Este tipo tiene un problema- me dijo señalando el libro.
-¿Cuál?- le pregunté.
-Considera que el aburrimiento es un arte.
En medio de esta búsqueda, otro caso caerá en sus manos: ubicar al Gorrión Rojo... y vaya si lo encuentra...
Leí el libro de un tirón y dormí con esa extraña sensación de quien se ha topado con una mirada amable a través de una vitrina.
-Un detective sin pistola es igual que un gato con condón o que un reloj sin manecillas.