Vendrá la muerte y tendrá tus lentes











Es así, a casi un mes del que hubiera sido tu cumpleaños... es así. A casi un año de haber vuelto a Lima. Muchas muertes desde aquel retorno: pequeñas muertes, grandes muertes, absurdas, épicas y el tiempo una orilla roñosa.
Condenado a los recuerdos, los gratos y los perdidos, los recobrados, los reprimidos, cansados de tinta o devorados en un traje blanco. No importa. Este año pasará un imposible: empezaré a ser mayor que tú. ¿Ya ves? Condenados a envejecer y tú con el rostro joven e intacto de los que saben mucho pero pretenden silbarlo, de a pocos y reir.
Este año tendré más años que tú.

Vendrá la muerte y tendrá tus lentes solía repetirte ante esa forma tan tuya de camuflarte las pupilas burlonas... y sí, llegó, y tuvo tus lentes.

Puta madre.

Es cuando mi querida Evita nos envía un video... tú último cumpleaños, allí con Sifuentes... allí, la primera vez que dijiste que temías a la muerte.
Y hubo canciones de Sui Generis.
Y ya no hubo más graznidos.
Y este año, seré más viejo que tú.

Esta noche
espero...




VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS (C. Pavese)

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, amada esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.