De las canciones malamente hermosas...

La historia contada por René Fallet, de un joven Brassens que en el año 1941 o 1942 compra en el mercado de pulgas de Vanves, en París, una plaqueta de poemas publicados en 1913, siempre me ha causado un grata emoción.

Una pequeña edición de un poeta desconocido, Antoine Pol, de la cual 30 años más tarde, Brassens escoge un poema de resonancias baudelerianas (aunque no tenga nada que ver ni con estilo ni la temática del dandy parisino): Les passantes (Las transeúntes).
Esta vez, Brassens, poeta de primera línea él mismo, no escoge versos de Villon, Hugo, Lamartine, Verlaine o Fort, como otras veces, sino los de este desconocido capitán de artillería durante la Prilera Guerra Mundial y que a la postre fuese presidente del sindicato de importadores de carbón de Francia.
Antoine Pol se vuelve conocido gracias al registro de Brassens. La cita, entre el octogenario poeta y el cantante se dará en 1972, año de la grabación del tema.

Y es una canción tan... macabramente cierta. ¿A quién no le ha ocurrido?

Y en estos días grises de lluvia sobre la piedra y la luz eléctrica encendida al mediodía, abato algunos cigarros y derrapo en sus notas.







Les passantes (Las transeúntes)

Je veux dédier ce poème (Quiero dedicar este poema)
A toutes les femmes qu'on aime (a todas las mujeres que uno ama)
Pendant quelques instants secrets (durante algunos instantes secretos)
A celles qu'on connait à peine (a aquellas que uno apenas conoce)
Qu'un destin différent entraîne (que un destino diferente acoge)
Et qu'on ne retrouve jamais (y que uno no reencuentra jamás)

A celle qu'on voit apparaître (A aquella que uno ve aparecer)
Une seconde à sa fenêtre (un segundo en su ventana)
Et qui, preste, s'évanouit (y que rápidamente se desvanece)
Mais dont la svelte silhouette (pero cuya esbelta silueta)
Est si gracieuse et fluette (es tan graciosa y fina)
Qu'on en demeure épanoui (que uno permanece dichoso)

A la compagne de voyage (A la compañera de viaje)
Dont les yeux, charmant paysage (Cuyos ojos, encantador paisaje)
Font paraître court le chemin (hacen parecer corto el camino)
Qu'on est seul, peut-être, à comprendre (y que quizá uno sea el único en comprender)
Et qu'on laisse pourtant descendre (y que uno sin embargo uno deja descender)
Sans avoir effleuré sa main (sin haber rozado su mano)

A la fine et souple valseuse (A la fina y dócil danzante)
Qui vous sembla triste et nerveuse (que te parece triste y nerviosa)
Par une nuit de carnaval (una nocne de carnaval)
Qui voulu rester inconnue (que ha querido permanecer desconocida)
Et qui n'est jamais revenue (y que nunca ha vuelto)
Tournoyer dans un autre bal (a dar vueltas en otro baile)

A celles qui sont déjà prises (A aquellas que ya está tomadas)
Et qui, vivant des heures grises (y que viven horas grises)
Près d'un être trop différent (cerca de un ser muy diferente)
Vous ont, inutile folie, (te han, inútil locura,)
Laissé voir la mélancolie (dejado ver la melancolía)
d'un avenir désespérant (de un futuro desesperante)

Chères images aperçues (Queridas imágenes percibidas)
Espérances d'un jour déçues (esperanzas de decpecionadas de un día)
Vous serez dans l'oubli demain (estarán en el olvido mañana)
Pour peu que le bonheur survienne (por poco que la felcidad sobrevenga)
Il est rare qu'on se souvienne (es raro que se recuerden)
Des épisodes du chemin (los episodios del camino)
Mais si l'on a manqué sa vie (pero si te han faltado en la vida)
On songe avec un peu d'envie (uno fantasea con un poco de envidia)
A tous ces bonheurs entrevus (con todas estas dichas entrevistas)
Aux baisers qu'on n'osa pas prendre (en los besos que no se osó tomar)
Aux cœurs qui doivent vous attendre (en los corazones que deben esperarte)
Aux yeux qu'on n'a jamais revus (en los ojos que jamás hemos vuelto a ver)

Alors, aux soirs de lassitude (Entonces, en las tardes de lasitud)
Tout en peuplant sa solitude (que pueblan la soledad)
Des fantômes du souvenir (de los fantasmas del recuerdo)
On pleure les lêvres absentes (uno llora los labios ausentes)
De toutes ces belles passantes (de todas aquellas bellas transeúntes)
Que l'on n'a pas su retenir (que uno no supo retener)