Artículo en la revista Esquire

Vaya, está visto que no puedo quejarme. Si llevaba un par de días un poco tontón, como el tiempo, la noticia de ayer me remachó el ánimo con energía, y la de hoy no es para menos.

En el número de diciembre de la revista Esquire, que llega hoy a los quioscos, podéis encontrar el artículo Sinatra intramuros (Agua para la paella). Me pidieron un artículo sobre el artista en la intimidad, sus relaciones con la familia, los amigos, los compañeros, para acompañar a un reportaje gráfico del libro que sale ahora sobre el cantante, El álbum de Frank Sinatra. Es una obra del archivista oficial de la familia Sinatra, Charles Pignone, que recomiendo a cualquier seguidor de La Voz. El material documental que aporta, los facsímiles, las rarezas de audio, los cientos de fotos, merecen la pena. Digamos que es un complemento perfecto a Rat Pack. Viviendo a su manera...

Es todo un lujo poder publicar en una revista como Esquire, todo un clásico estadounidense de reciente aparición en el mercado español, y más aún, hacerlo con un artículo sobre el amigo Frank. La dicha es ya completa cuando además compruebo que la portada es, ni más ni menos que Bill Murray en plan navideño. ¿Qué más se puede pedir?

Para abrir el apetito, os dejo aquí un párrafo, en el que podréis encontrar la explicación a ese curioso subtítulo que propuse: Agua para la paella.

Los hijos de Sinatra siempre los conocieron como “tío Sammy” y “tío Dean”, del mismo modo que él fue el “tío Frank” para los vástagos de sus dos colegas. Y ser considerados parte de la familia no era ninguna tontería, sobre todo en los casos de Frank y Dean. Ambos llevaban con mucho orgullo sus genes italianos. Así, mientras Dean hacía gala del estoicismo natural de la región de Abruzzi, Frank no podía contener el apasionamiento característico de su poso siciliano. Igual que disfrutaba con las juergas entre amigos, también disfrutaba con las reuniones familiares. En una ocasión un bailarín español de su compañía bromeó con la posibilidad de preparar una gran paella para una de esas reuniones. Sinatra le tomó la palabra. El hombre intentó escurrir el bulto explicando que el agua de Valencia era fundamental. Unos días más tarde el avión privado del cantante estaba de vuelta con unos barriles de agua valenciana para la gran paella familiar.