Sarkozy, el periodismo y las centrales nucleares


Yo quiero ser el presidente del "pouvoir d'achat" (poder de consumo) martilleaba Sarkozy durante la campaña electoral del 2006.
Que un futuro presidente le hable, así, directamente, a los bolsillos a los electores no revela otra cosa que la tierra eriaza en que se ha convertido la política.
Siempre sonaba mejor (aunque fuese mentira) incidir en los viejos ideales de la República, el porvenir en ellos, etc. Pero no, la idea eje fue y ha sido esa: "aumentar el poder de consumo del ciudadano", ése fue el gran estandarte.
Luego vendrían otros, ya desde el Palacio del Elíseo: "trabajar más para ganar más" (o sea nos cargamos los derechos laborales y la jornada de las 35 horas).

Como señala Sloterdijk en su Crítica de la Razón Cínica:
Desde aquí se perfila fácilmente el sentido de la desvergüenza. Desde que la filosofía ya sólo es capaz de vivir hipócritamente lo que dice, le toca a la desvergüenza por contrapeso decir lo que se vive. En una cultura en la que el endurecimiento hace de la mentira una forma de vida, el proceso de la verdad depende de si se encuentran gentes que sean bastante agresivas y frescas ("desvergonzadas") para decir la verdad. Los poderosos abandonan su propia conciencia ante los locos, los payasos, los cínicos; por eso deja la anécdota decir a Alejandro Magno que que querría ser Diógenes, si no fuera Alejandro. Si no fuera el loco de su propia ambición, tendría que hacer de loco para decir a la gente la verdad sobre sí mismo. (Y cuando los poderosos comienzan por su lado a pensar cínicamente -como saben la verdad sobre sí mismos y, sin embargo, "siguen adelante"- entonces realizan al completo la moderna definición del cinismo.)


En cierta medida, dudo que ese "seguir adelante" actual de los políticos sea "cinismo". Sería, mejor, opinar que actúan con impunidad hacia el crecimiento de la ignorancia y de la frivolidad de los ciudadanos (de allí que se pueda hablar del "pouvoir d'achat" como promesa eje de campaña).
Por ejemplo, en la foto anterior vemos a un periodista de AFP tirado al suelo y reducido por la policía egipcia. ¿Delito? Tomar fotos de Sarkozy con Carla Bruni. ¿Resultado? Un codo roto simplemente. Luego del show mediático que hicieran a su arribo en Egipto parece que ya no quieren más fotos. Y Sarkozy y su acompañante van protegidos por el ejército egipcio que no duda en hacer disparos al aire para alejar a los periodistas y que no duda en decomisar cámaras y borrar sus memorias digitales.

¿Ha dicho algo el presidente francés sobre el asesinato de Benazir Bhutto? Nada.
¿Ha condenado el presidente francés el trato dado a los hombres de prensa? No.
¿Qué hace Sarkozy en Egipto aparte de gastar lo indecible (hoteles 5 estrellas en Luxor, cenas privadas frente al Templo de Luxor iluminado, etc.)
Esta viñeta puede darnos cierta referencia:

"Pakistán se hunde en el caos"
- "Bah, no soy clientes, ya están equipados con centrales nucleares."

Como señala Philippe Val en su editorial de hoy del Charlie Hebdo "¿Pero qué hace Sarkozy en Egipto? Pasar sus vacaciones con su nueva amiga. Pero en realidad trabaja. Para ganar más. ¿De qué habla con Moubarak? (...) Hablan de una central nuclear. Los sauditas aconsejan vivamente a Egipto a dotarse de esta tecnología (...) Los países árabes productores de petróleo piden centrales nucleares. Sarkozy está decidido a hacer de Francia el primer proveedor de tecnología nuclear. El emir de Abou Dhabi, amigo de Francia está también interesado y todos los otros".

Allons enfants de la patrie... Sarko te necesita. Síguelo.

_________________________________________________
(Caricaturas tomadas del Charlie Hebdo N° 811, Miércoles 2 de enero del 2008)