Con permiso de Mr. X, tomo prestado de una entrada reciente de su blog el siguiente texto: El término teaser hace referencia a las primeras secuencias de imágenes que se publican de una película. Éstas no suelen exceder normalmente el minuto de duración y su fin es meramente publicitario. Una manera de atraer al público antes incluso de que se comience a rodar la propia película.
El tema de los teaser se está desarrollando tanto que el año pasado se creó incluso un festival específico: "Teaserland. Festival internacional de trailers falsos". Es decir, en lugar de hacer una película y preparar luego el trailer, se hace éste con la intención de que sea ya la obra definitiva. De hecho, teniendo en cuanta lo insulsas y anodinas que suelen resultar la mayor parte de las películas, no sería mala idea que la mayoría se quedasen en eso, en el trailer.
¿Que quién puso de moda esto de hacer un teaser o un trailer como obra única, como género propio? Juraría que fue cosa de Quentin Tarantino, en los que incluyó como parte de Gridhouse, aquel original "programa doble" que rodó junto a Robert Rodríguez. A partir de ahí, a la gente se le ocurren cosas tan disparatadas y divertidas como Maestro Montero.
En fin, la cosa es que se me ocurrió que si el personal cinematográfico aborda proyectos de este tipo, por qué no hacerlo también en el plano literario. Así que aquí tenéis la sinopsis de un relato que nunca existirá, y con la que inauguro esta nueva sección del blog que llamaremos Sinopsis imposibles.
Ella se empeña cada año en que pasen juntos una semana en algún bonito hotel de Florida. Ataviado con su camisa caqui, su sombrero y sus pantalones cortos, Ray McMurphy gruñe, escupe tabaco y carga con las maletas. Pero estas vacaciones no serán nada tranquilas, porque por vecinos de habitación tendrán a un grupo de pizpiretas jovencitas que no tardarán en revelar su auténtica naturaleza: son unas lascivas y libidinosas vampiras.
Poco después de caer la noche, raptarán a la señora McMurphy y a Ray no le queda más remedio que ir al rescate de su mujer. Armado, furioso y dispuesto a lo que sea, irrumpe en la habitación de las chicas para encontrar a su esposa maniatada a la cama y a las vampiras a punto de saciar su sed de sangre. Decidido a actuar, el agente McMurphy se da cuenta de que, amordazada e inmovilizada, es la primera vez que se siente seguro y libre ante su mujer, y de pronto es feliz. Y se ríe. Por otro lado, esas vampiras no están nada mal, así que acabará llegando a un acuerdo con ellas para darle un giro a su vida…
El tema de los teaser se está desarrollando tanto que el año pasado se creó incluso un festival específico: "Teaserland. Festival internacional de trailers falsos". Es decir, en lugar de hacer una película y preparar luego el trailer, se hace éste con la intención de que sea ya la obra definitiva. De hecho, teniendo en cuanta lo insulsas y anodinas que suelen resultar la mayor parte de las películas, no sería mala idea que la mayoría se quedasen en eso, en el trailer.
¿Que quién puso de moda esto de hacer un teaser o un trailer como obra única, como género propio? Juraría que fue cosa de Quentin Tarantino, en los que incluyó como parte de Gridhouse, aquel original "programa doble" que rodó junto a Robert Rodríguez. A partir de ahí, a la gente se le ocurren cosas tan disparatadas y divertidas como Maestro Montero.
En fin, la cosa es que se me ocurrió que si el personal cinematográfico aborda proyectos de este tipo, por qué no hacerlo también en el plano literario. Así que aquí tenéis la sinopsis de un relato que nunca existirá, y con la que inauguro esta nueva sección del blog que llamaremos Sinopsis imposibles.
Las mejores vacaciones del agente McMurphy
Ray McMurphy es el agente de policía más duro del estado de Arkansas. Apenas habla, sólo gruñe, patea y dispara. Su mirada dice todo lo que hace falta saber. Sólo una persona ignora sus órdenes, es más, no recibe ninguna del agente McMurphy; se las impone a él. Es la señora McMurphy.Ella se empeña cada año en que pasen juntos una semana en algún bonito hotel de Florida. Ataviado con su camisa caqui, su sombrero y sus pantalones cortos, Ray McMurphy gruñe, escupe tabaco y carga con las maletas. Pero estas vacaciones no serán nada tranquilas, porque por vecinos de habitación tendrán a un grupo de pizpiretas jovencitas que no tardarán en revelar su auténtica naturaleza: son unas lascivas y libidinosas vampiras.
Poco después de caer la noche, raptarán a la señora McMurphy y a Ray no le queda más remedio que ir al rescate de su mujer. Armado, furioso y dispuesto a lo que sea, irrumpe en la habitación de las chicas para encontrar a su esposa maniatada a la cama y a las vampiras a punto de saciar su sed de sangre. Decidido a actuar, el agente McMurphy se da cuenta de que, amordazada e inmovilizada, es la primera vez que se siente seguro y libre ante su mujer, y de pronto es feliz. Y se ríe. Por otro lado, esas vampiras no están nada mal, así que acabará llegando a un acuerdo con ellas para darle un giro a su vida…